miércoles, 17 de febrero de 2021

Depresión y ansiedad: trastornos mentales como estigma social

 ¡Buenas queridxs lectorxs!

Llevo unos días un poco desanimada y os vengo a contar un poquito mi experiencia.

Los trastornos mentales en pleno siglo XXI siguen siendo un estigma social, por ello veo necesario hacer una visibilización y sobre todo una normalización de este tipo de enfermedades, puesto que la mayoría de las personas a lo largo de su vida padecen este tipo de problemas.

En mi caso, ya os escribí en su día sobre el trastorno de la conducta alimentaria que superé hace unos años (trastorno por atracón), y es que, lamentablemente, es muy habitual que se nos presenten varios de estos problemas a la vez, de hecho mi TCA era un reflejo de mi ansiedad. Ahora, estoy en tratamiento para depresión y ansiedad.

Todo comenzó en la cuarentena por COVID-19. Al principio parecía que todo iba bien, pero según fueron pasando las semanas, mi estado de ánimo empezó a decaer y comencé a estar un poco apática. Además, miraba por la ventana y me daban ataques de ansiedad por no poder salir (cabe decir que salía a trabajar y si estaba de tarde salía al patio del centro donde trabajo), aún así no era suficiente. La verdad que no le di importancia, pensé cosas del confinamiento, ya se me pasará cuando pueda salir.

Me equivocaba. Cuando ya dejaron salir a pasear, los dos primeros días bien, pero me notaba como fatigada, y dejé de salir, además me agobiaba mucho tanta gente a mi alrededor. Seguí sin darle importancia... Cada día estaba peor, mis días se basaban en llorar, llorar en el trabajo, llorar en casa, y ya. No hacía nada más. No era capaz de ver series, ni películas. No podía leer una página seguida de un libro. No me apetecía jugar a la play. Nada. Era como si todo lo que me gustaba hacer en la vida, me hubiera dejado de gustar.

Apenas comía, no dormía o dormía horas y horas, me pasaba las horas muertas mirando el techo. Era como si una fuerza invisible me estuviese agarrando para que no pudiese salir de la cama. ¿Sabíais que los Dementores de Harry Potter son una representación según J.K Rowling de la depresión? En esos momentos lo comprendí. Tener depresión no es solo estar triste, es sentir que te están robando el alma y que poco a poco te desvaneces.

Pero como he dicho antes, este tipo de trastornos rara vez aparecen solos, y mi depresión venía acompañada por una ansiedad brutal. Hubo un tiempo, que era tal mi ansiedad que no podía permanecer en un supermercado más de dos minutos sin empezar a notar que me faltaba el aire. Y llegó un punto en el que fui consciente de que no era el confinamiento, y que no se me iba a pasar, por lo que me animé a solicitar ayuda.

Necesité un mes de baja laboral, pues estaba en tal punto que no salía de la cama. Mis amigas intentaban que saliera de casa para distraerme, y eso es algo que se hace a menudo en estos casos, con toda la buena voluntad. Sin embargo, muchas veces no es lo adecuado. A la persona con depresión hay que darle su tiempo, tener paciencia y sobre todo no forzarla. De verdad me costaba esfuerzo físico el salir de la cama, no tenía fuerzas, y cuando me animaba a salir, la mayoría de las veces no me sentía cómoda y me entraba ansiedad, solo pensaba en volver a casa. Supongo que es porque estás tan hundida, que no quieres que tu "nube negra" afecte a las personas que hay a tu alrededor. Además del sentimiento de frustración al sentir que nadie te puede ayudar, que también lo sienten tus seres queridos al ver que no pueden hacer nada por ti. Y por no hablar de la angustia que aparece al tener ansiedad y estar obligado a llevar mascarilla...

Nunca había sido partidaria de tomar medicación, pero llegó un momento en que no podía seguir adelante sin algo que me hiciera estar mejor. Tampoco ayudaba el hecho de estar agobiada de ver que pasaban los días y seguí igual, y de que no tenía cita para Salud Mental hasta dentro de dos meses. Pensaba, ¿de verdad mi cuerpo es capaz de aguantar esto tanto tiempo? Y la medicación me salvó. Quizá si no hubiese estado drogada hubiese terminado haciendo alguna tontería desesperada. Es tan difícil describir esa sensación...

Afortunadamente, mejoré. Todavía no estoy curada, esto es cuestión de tiempo y mucha, mucha paciencia. Trabajar y luchar por salir adelante. Pero no sólo es importante la medicación, también es necesario el apoyo psicológico, pues si no solucionas el problema desde dentro, seguirá ahí. La medicación solo es una forma de ocultarlo y sentirte mejor. Ahora tengo días mejores, y días más plof, como el de hoy.

Ahora bien, me gustaría explicar ciertas cosas que por desconocimiento en numerosas ocasiones empeoran la situación. Cuando alguien padece de depresión, es muy común que te pregunten por el motivo, las razones de tu malestar, si ha ocurrido alguna desgracia en tu vida qué te ha hecho llegar a ese punto, y nos obcecamos (como seres racionales que somos) en buscar y buscar lo que nos ha llevado a esa situación. Pero es que muchas veces, esa razón no existe, simplemente tu cerebro no funciona como debería.

Por eso, yo agradezco a mis amistades de corazón que supiesen respetarme cuando les expliqué la situación. No me forzaban a hablar, no hacían preguntas de más, no me "obligaban" a salir y aceptaban si les decía que no (aunque lo intentaban, claro está). Muchas gracias, pues aunque sea a poquitos, me ayudasteis mucho.

A lo que quiero llegar con todo esto, es que los trastornos mentales están ahí, y nadie está libre de padecerlos, ni las personas que sufrimos somos marcianxs que hay que ocultar. NO. Es completamente normal y no se contagia, no somos apestadxs. Y no es algo que haya que ocultar, sino al igual que si tienes un resfriado vas al médico, si tienes una enfermedad mental debes ir a tu centro de salud a solicitar ayuda de profesionales. 

Para finalizar, os voy a dejar por aquí los síntomas comunes de la depresión y la ansiedad, que nunca está de más conocerlos para así poder ser conscientes de la gravedad del asunto si nos encontramos en esta situación.

Síntomas de la depresión:

  • Sentirse triste o "vacío"
  • Pérdida de interés en sus actividades favoritas
  • Aumento o pérdida del apetito
  • No poder dormir o dormir demasiado
  • Sentirse muy cansado
  • Sentirse sin esperanzas, irritable, ansioso o culpable
  • Dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos
  • Ideas de muerte o de suicidio

Síntomas de la ansiedad:

  • Pensamientos o creencias ansiosos difíciles de controlar: Le hacen sentir inquietx y tensx e interfieren con su vida diaria. No desaparecen y pueden empeorar con el tiempo
  • Síntomas físicos, como latidos cardíacos fuertes o rápidos, dolores y molestias inexplicables, mareos y falta de aire
  • Cambios en el comportamiento, como evitar las actividades cotidianas que solía hacer

¡Mucha fuerza para aquellxs que pasan por esto o tienen en su vida a alguien con este tipo de problemas! De todo se sale. 

.*.MN.*.








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